Revolución aprista cumple 76 años
El regidor provincial Edward Berrocal Gamarra, destacó la lucha y entrega de los "Tigres de Laredo" en la Revolución de Trujillo de 1932 donde dieron sus vidas por las causas sociales e ideales del aprismo.
El regidor provincial Edward Berrocal Gamarra, destacó la lucha y entrega de los "Tigres de Laredo" en la Revolución de Trujillo de 1932 donde dieron sus vidas por las causas sociales e ideales del aprismo.
"Muchos jóvenes y niños laredinos, al igual que sus padres, sintieron las injusticias del régimen dictatorial e hicieron suyas las protestas que desencadenó en aquel grito de justicia y libertad del 07 de Julio de 1932 y murieron defendiendo sus ideales. Fue un digno ejemplo de consecuencia con sus convicciones que debemos destacarlo y recordarlo siempre para conocimiento de las nuevas generaciones", reveló.
Berrocal Gamarra, también destacó la fe inquebrantable de los conductores de la Revolución del 32 que no se amilanaron ante la superioridad militar y obtuvieron un triunfo que remeció las esferas gubernamentales. Calificó de héroes civiles a los que ofrendaron sus vidas por las causas del pueblo y destacó el valor de Manuel "Búfalo" Barreto, motor de la Revolución; Remigio Esquivel, lugarteniente de Barreto y jefe de los "Tigres de Laredo; Alfredo Tello Salavarría, Comandante triunfante de la Revolución; y María Luisa Obregón, valiente mujer laredina que luchó cuerpo a cuerpo con las huestes adversarias resultando vencedora.
El ex alcalde de Laredo y actual regidor provincial tributó un homenaje especial a los caídos de aquella rebelión como insurgentes y fuerzas del orden que actuaron cumpliendo sus funciones y resaltó también el martirologio de los héroes apristas inmolados en Chan Chan y en la Trinchera de Mansiche.
El ex alcalde de Laredo y actual regidor provincial tributó un homenaje especial a los caídos de aquella rebelión como insurgentes y fuerzas del orden que actuaron cumpliendo sus funciones y resaltó también el martirologio de los héroes apristas inmolados en Chan Chan y en la Trinchera de Mansiche.